Perfil histórico

Al parecer, Colón sostenía que podía alcanzarse el lejano oriente (las Indias) desde Europa viajando hacia el oeste y que era posible realizar el viaje por mar con posibilidades de éxito[cita requerida]. En aquella época, los portugueses estaban buscando una ruta directa a Asia oriental bordeando África, pero no permitían la intromisión de naves de otras naciones en sus aguas.

Desde los antiguos griegos (Eratóstenes) se conocía la circunferencia de la Tierra. Al parecer, la hipótesis de Colón sobre la posibilidad del viaje se basaba en cálculos erróneos sobre el tamaño de la esfera, que suponía era más pequeña de lo que realmente es[cita requerida].

Otras teorías sostienen que Colón había oído, por habladurías de marinos, sobre la existencia de tierras mucho más cercanas a Europa de lo que se suponía científicamente que estaba Asia y que emprendió la tarea de alcanzarla para comerciar sin depender de Génova ni de Portugal. Específicamente, la teoría del prenauta sugiere que durante el tiempo que Colón pasó en las islas portuguesas del Atlántico, se hizo cargo de un marino portugués o español moribundo cuya carabela había sido arrastrada desde el Golfo de Guinea hasta el Caribe por las corrientes. Para algunos investigadores podría tratarse de Alonso Sánchez de Huelva. Esta teoría sugiere que el prenauta le confió a Colón el secreto. La prueba más contundente a favor de esta teoría son las Capitulaciones de Santa Fe, ya que hablan de las tierras "descubiertas" al tiempo que otorgan a Colón una serie de privilegios no otorgados hasta entonces a nadie.[cita requerida]

En su primera expedición partió el 3 de agosto de 1492 desde el puerto de Palos de la Frontera (Huelva).

Lo que sí es seguro es que Colón no sólo alcanzó América, sino que regresó a Europa, realizando un total de cuatro viajes y dando inicio a un régimen de viajes periódicos seguros desde Europa hasta América. Aunque es sabido que los siberianos habían llegado a América en el Pleistoceno y que lo mismo hicieron los vikingos cerca del siglo XI, es a partir de los viajes de Colón y otros exploradores y conquistadores que lo sucedieron cuando se establecieron vínculos permanentes y se puede hablar de descubrimiento, al haber reconocimiento de las naciones implicadas y testimonios contrastables en la época. A raíz de ello, algunas potencias europeas invadieron parte del territorio americano, imponiendo su dominio sobre varias civilizaciones y pueblos allí instalados, como los imperios inca y azteca, entre otros. Como resultado fueron destruidas la mayor parte de esas culturas, incluyendo las técnicas de escritura y los testimonios escritos, sus conocimientos científicos y artísticos, sus religiones y la mayor parte de sus idiomas. También se impusieron varios idiomas y religiones europeos, principalmente las diversas variantes del cristianismo.

Colón proyectó su viaje con el fin de traer de Oriente mercancías, en especial especias y oro. Las especias, seda y otros productos habían llegado siempre por la ruta que atravesaba Asia hasta Europa, por Asia Menor y Egipto, pero a partir de la expansión del Imperio Otomano, esta vía se hizo difícil y quedó monopolizada por ellos y sus socios, los mercaderes italianos. Las naciones más ricas de la Europa de entonces, Portugal y Castilla, querían esas mercancías sin intermediarios. Los portugueses (cuya Reconquista acabó en el siglo XIII) se habían lanzado a navegar y habían encontrado el paso por el Cabo de Buena Esperanza, con ansias de crear su propio monopolio para competir con los comerciantes italianos, por lo que Castilla, al terminar su reconquista, hubo de buscar una ruta nueva.

Su llegada a América abrió también camino al envío hacia Europa de gran cantidad de alimentos que se cultivaban en esas tierras, como el maíz, la patata, el cacao, el tabaco, el pimiento, el zapallo, la calabaza, el poroto (nuevas variedades de judía o frijol) o la vainilla, entre otros. Los investigadores han estimado que tres quintas partes de los cultivos actuales de todo el mundo fueron importadas desde América. En sentido inverso, la llegada de Colón llevó a América la rueda, el hierro, el caballo, el cerdo, el asno, el café, la caña de azúcar y las armas de fuego entre otras.

En su primer viaje alcanzó la isla de San Salvador (llamada Guanahani por los habitantes que encontraron), en las actuales Bahamas, después de dos meses de travesía, visitando después Cuba y La Española. Volvió a España siete meses después de su partida. En su último viaje sólo tardó un mes y cuatro días en alcanzar las costas de América.

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